La avena es un cereal procedente de Asia menor. Las variedades más utilizadas son de tipo hexaploide, principalmente Avena sativa. El cultivo se adapta bien a climas fríos, y soporta una elevada acidez en el suelo, por lo que es más abundante en el Norte que en el Sur de Europa. Existen variedades de tipo desnudo (Avena nuda); también se comercializan híbridos con ecotipos espontáneos con un 20-25% de proteína. La producción española se sitúa entre 500.000 y 1.300.000 Tm en los últimos años.
El grano está compuesto, como media, por un 3% de embrión, un 30% de salvado y un 57% de endospermo harinoso, aunque estas proporciones pueden oscilar notablemente entre las diferentes variedades y con la climatología y condiciones de cultivo.
La avena es el cereal de menor valor energético, como consecuencia de su alto contenido en fibra y lignina y su bajo nivel de almidón. Su contenido en ß-glucanos es elevado, pero inferior al de la cebada. Tiene una proporción apreciable de fibra efectiva, por lo que resulta adecuada en piensos de vacas de leche, conejos, caballos y cerdas gestantes.